Alero es el tramo de la cubierta que
sobresale de la pared para proteger la fachada, tanto como de la incidencia
directa del agua como del sol.
Los aleros suelen formarse a partir de la
prolongación de las vigas de la armadura, y aunque en principio cumplen una
función práctica son muchos los ejemplos a lo largo de la historia donde se ha
utilizado el alero también como elemento decorativo y característico de la
construcción.
Los aleros terminan en muchas ocasiones sobre
canalones cuyo objetivo es recoger toda el agua que desliza por la cubierta y
conducirla hasta un desagüe vertical que puede bien dirigirla hasta una gárgola
o directamente hasta el nivel del suelo, alcantarillado o incluso a un depósito
destinado a la recogida del agua de lluvia.
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